NORMAS CONSTITUCIONALES Y LEGALES DÉBILES EN COLOMBIA La sociedad colombiana no puede seguir indolente
- pestupinan
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Postillas de coyuntura - 006/25
Bogotá, abril de 2025
¡Deduzcámoslo nosotros mismos! En un país como Colombia donde los delincuentes de cuello blanco constantemente cometen

fechorías en contra de la legislación constitucional y legal y se mantienen en la Presidencia, los Ministerios, Congreso de la República y en las diferentes entidades públicas sin merecerlo y de seguro continúan abusando de su poder porque aparentemente no existe la institución, el poder o la autoridad para que inmediatamente sean suspendidos en el cargo y la ley sea aplicada con rigor y sin temor.
A diario se conoce de los abusos del poder y la corrupción reinante sin que los colombianos verdaderos dueños de la nación podamos ver una justicia que impere y observemos a estos deshonestos tras las rejas como se lo merecen.
¿Será que por la falta de una justicia imparcial no están en la cárcel estos transgresores de la ley?
Los colombianos queremos una pronta y cumplida justicia para nuestro País y que no sean los delincuentes de todo pelambre los que se sigan pavoneando por las calles sin control y ocupando cargos importantes en el Estado.
¿Será que la balanza de la justicia se invirtió y ahora favorece a los infractores de la ley?
El mal no puede imperar sobre el bien. El colombiano que ama su patria, no puede permitirlo
No podemos creer ni permitir demoras en la justicia. Lo recto en derecho determina que se debe dar a cada uno lo que le corresponde y sin dilaciones.
En el diario vivir de los nacionales, no está pasando eso porque vemos incriminados en los ministerios que continúan premiados en esos cargos públicos y lo mismo sucede en el Congreso por no nombrar más entidades o instituciones donde continúan cometiendo arbitrariedades sin límites.
Infractores de nuestras leyes, no pueden ni deben gobernar nuestra nación.
El sistema jurídico en Colombia adolece de irregularidades a la vista de todos que requiere cambios profundos. Pero quien debiera de tratar de buscar normas idóneas frente a los diferentes transgresores de la ley, no puede ser el congreso de nuestro país en este momento muy cuestionado por eventos de corrupción. Visto de esta forma no vamos a tener leyes fuertes y duras para sancionar a los corruptos que tanto daño le han hecho al país.
Resulta inmerecido que este tipo de antisociales estén en los diferentes poderes del Estado, haciendo las leyes para ellos mismos que la están violando y administrando un País con recursos públicos en forma ilegítima.
Colombia necesita buenos gobernantes, administradores y legisladores, además de investigadores y jueces, apartados de toda inclinación deshonesta e inmoral, que hagan lo correcto y transparente frente a toda la sociedad.
Colombia no puede seguir cayendo hacia una total injusticia social por culpa de los políticos que eligen el mismo pueblo a partir de engaños, malos manejos y amaño de las instituciones democráticas para sus intereses. Debemos tener conciencia frente al país que deseamos, por cuanto se aprecia que la mayoría de los elegidos no son correctos y honestos en el servicio al País.
Los colombianos que verdaderamente amamos y queremos este terruño, no podemos seguir siendo indiferentes ante la realidad que estamos viviendo y dejando pasar.
Es el momento de exigir a las diferentes autoridades el cumplimiento estricto de sus funciones y obligaciones constitucionales, y no engañar al pueblo con falsas utopías.
El país necesita y requiere con prioridad un cambio legal y político, para evitar que la economía y las finanzas del Estado se entierren como ha sucedido en otros países, por el capricho y desbordados criterios malsanos de unos pocos que están corroídos por la maldad.
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