Postillas de coyuntura - 011/22
Bogotá, abril de 2022
Hechos
Los medios de comunicación informan de la visita de Juan Fernando Petro a la cárcel de la Picota, donde se entrevistó con políticos que pagan condena por hechos de corrupción.
La actividad se efectuó el día 8 de abril y fue amparada por la Comisión Inter eclesial de Justicia ONG.
Durante la visita, Juan Fernando se habría reunido con condenados por para-política y por el carrusel de la contratación.
La situación se presentó en medio de la campaña electoral y tras conocerse los detalles de la reunión de Juan Fernando con los condenados en La Picota, la Unidad Investigativa de Caracol TV reveló que Petro había hablado de reducción de penas, entre el 20 y el 30 por ciento.
El propio candidato del Pacto Histórico Gustavo Petro fue el que confirmó que Iván Moreno se ofreció a ser el constructor, en palabras de Petro, “de algo que yo he propuesto y que se llama perdón social”.
Líderes del Pacto Histórico, como Cielo Rusinque, dicen claramente que la invitación al hermano de Petro fue de Iván Moreno a la campaña de Petro, con lo cual la verdad acerca de este episodio se vuelve aún más confusa.
Consideraciones
Los intereses políticos electorales traspasan los límites de los valores éticos de las personas, demostrando con ellos que no llevan un norte de legalidad y choca abruptamente contra principios constitucionales y legales en un País como Colombia.
Los colombianos que queremos lo mejor para nuestro país debemos tener claro cuál es el estado que debe funcionar en el futuro:
Deseamos un País con valores, libertades, derechos y dentro de un estado social de derecho donde se respeten los principios universales de legalidad, o
Deseamos vivir en una madriguera de bandidos dónde impere la ilegalidad y la conveniencia a los corruptos y deshonestos
Si ha existido preocupación general frente a la condena de los políticos corruptos, más aún se puede generar una mayor inconformidad frente al futuro de los ya condenados que resulten perdonados o amnistiados como si no hubieren delinquido. En vano existiría una legislación que regule los diferentes crímenes de corrupción. ¿Y qué sería de un país como Colombia, cuando se mira a sus residentes en el exterior y se asocian con el narcotráfico y otras conductas ilegales?
Colombia un País de gente buena, honesta, trabajadora y responsable que no puede aceptar un cambio de una política de seguridad, legalidad y control a los diferentes comportamientos de los ciudadanos que tomaron una decisión equivocada en su vida.
El Imperio de la ley no debe ser desconocido en la sociedad colombiana y apartarse de él significaría que el sistema de gobierno se convertiría en autocrático, lo cual es peligroso para un estado y lo podría llevar a una dictadura.
Uno de los males que más ha afectado nuestro país es la corrupción política y administrativa y pese a diferentes acciones buscando dar solución a este mal comportamiento no se ha llegado al punto donde se perciba que las medidas adoptadas sean la solución en el tiempo. Ahora sobresale el tema como una solución a la búsqueda de ganar votos frente a unas próximas elecciones, pero ello así sea una ventaja para los delincuentes que lo aceptan podrían llevar al estado a un abismo.
No aceptemos políticas que favorezcan las medidas sancionatorias a criminales que han desfalcado el erario público de un país. No protejamos al delincuente de cuello blanco, defendamos nuestros sueños y el futuro de las generaciones venideras.
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