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Nos duele el corazón, por la pérdida injusta de vidas.


 

Postillas de coyuntura - 009/21


Bogotá, abril de 2021

 

Imagen ElTiempo.com


Nos duele una muerte, pero aún nos debe doler más, una muerte injusta. Los guardias del orden, de la paz, de la tranquilidad, nuestros policías, nuestros soldados; esos seres humanos que lo han entregado todo; seres aguerridos que llevan en su interior virtudes, valores, buenas costumbres y propenden por hacer el bien; que no esperan unas gracias, porqué cumplir su deber es su mayor satisfacción.


Estos hombres y mujeres que a diario entregan su vida, son un vivo ejemplo de la existencia de personas capaces en una sociedad, que sin temor alguno enfrentan a la delincuencia común y organizada que entre la población acechan y atacan a mansalva a todo ser viviente; encargados de brindar la paz y la tranquilidad las veinticuatro horas del día a todo el conglomerado social, ayudando a construir la calma que anhelamos en nuestro país.


Con ellos al frente nosotros dormimos, caminamos, trabajamos, viajamos, disfrutamos y realizamos, cuestiones a las que muchas veces ellos deben renunciar, para satisfacer las necesidades de la sociedad. Una sociedad, a quien no le importa sino su bienestar, pero no el de esos héroes incondicionales.

Donde está el bien, también existe el mal. Y los policías y los soldados están para proteger la vida, la honra y los bienes de las personas que conforman la sociedad colombiana.

Estos patriotas brindan el bien que la sociedad anhela en todo momento y por esos cuando las personas se sienten agredidas en su integridad, buscan en ellos la ayuda que requieren.

Las personas que deseamos el bien, debemos rechazar la violencia dada por los diferentes homicidas generadores de sangre, de maldad, resentidos de la vida (los que no quieren ni su propia vida), los que están en contra del mejoramiento de la calidad de vida de los colombianos.

Esta semana injustamente perdieron la vida unos héroes de la patria en cumplimiento de su deber, mientras realizaban labores preventivas de vigilancia y seguridad en la Ciudad de Puerto Rico en el departamento del Caquetá. Allí entregaron su vida los Patrulleros ANA BEATRIZ LOPEZ y JUAN DAVID VELA. Estos jóvenes Policías mostraron un compromiso total en la seguridad de la población en la cual laboraban.

A sus familias el agradecimiento de nosotros como integrantes del pueblo colombiano por su entrega y consagración. Pedimos a sus compañeros el mismo profesionalismo para contrarrestar el ataque de esos homicidas, que sean capturados y entregados a la justicia, para que respondan y paguen por los delitos cometidos.

Con el compromiso de los colombianos vamos a hacer de este país, el mejor país del mundo. No vamos a dejarnos amedrentar ni vamos a sentir temor por denunciar a los enemigos de la paz y la tranquilidad de una región. Vamos a rechazar este tipo de actos criminales que destruyen la convivencia pacífica de una zona, y de un país. La vida es fundamental, tiene un valor altísimo y el dueño de la vida es Dios. Todo ser humano en el globo terráqueo debe respetar la vida cómo el don más preciado e importante que nos ha dado nuestro creador.


Las gracias perennes a esos grandes policías y soldados que nos defienden de la maldad en estos tiempos.

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