ATENTADOS CONTRA LA POBLACIÓN CIVIL, SOLDADOS Y POLICÍAS Tiempo de reflexión
- pestupinan
- hace 10 horas
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Postillas de coyuntura - 007/24
Bogotá, mayo de 2025

El panorama
Continúan las disidencias de las Farc, guerrillas del ELN y criminales del clan del golfo atentando contra la vida de los colombianos, sin importar quienes caigan en sus ataques indiscriminados contra civiles y uniformados de la fuerza pública. Ataques cobardes en condiciones extremas de indefensión o aprovechando la función de los uniformados quienes en su trabajo deben atender los requerimientos de inseguridad que enfrenta el País.
Mas de 15 policías y 12 militares asesinados a mansalva, con ofrecimiento de dinero por sus vidas, al mejor estilo de las organizaciones y mafias delincuenciales, en los últimos 15 días del mes de abril.
Anuncios públicos de intimidación a alcaldes y comerciantes que no ceden a las extorsiones y amenazas, incluyendo lanzamientos de artefactos explosivos en sectores comerciales, que abiertamente se han opuesto a los chantajes.
La percepción
El gobierno nacional que no recibe los ataques directos de estos grupos criminales permanece de brazos cruzados y sin reprochar o recriminarlos con las armas que tiene la misma fuerza pública, por cuando ha dictado disposiciones en contra de ejercer la legítima defensa de la población, como si se aprobara su accionar delictivos cuando deben defender las libertades y los derechos de los conciudadanos como lo establece la Constitución Política de la Nación.
La vida y el Estado son atacados, sin estima alguna por los grupos criminales que son los que están violando la ley, mientras que los personas desarmados e indefensos son sorprendidos por sus ataques indiscriminados; en tanto que la fuerza pública recibe ataques desproporcionados sin tener la forma de defenderse o contrarrestar de igual a igual como mínimo u repeler sus deplorables acciones terroristas.
Siguen mostrando con su barbarie que La Paz no les interesa y desean arbitrariamente cometer sus crimines apoyados económicamente por las drogas ilícitas que los mantienen y la debilidad del gobierno que con omisiones apoya su infamia, cuando debería demostrar también su inconformismo en contra de su avance sangriento.
Los grupos criminales no entienden que su afán de poder también los puede llevar a la cárcel o a la muerte. De otra forma, la violencia ha de conllevar más violencia entre colombianos.
La insuficiencia
La utilización de la fuerza se hace necesaria frente a la violencia ejercida por los grupos de desadaptados que no entienden que ellos son los que sobran como criminales en un país que desde hace muchos años desea La Paz y la armonía enmarcada dentro de las normas legales.
El silencio del presidente ante los asesinatos de militares y policías y las respuestas de dolor y condolencia frente a las acciones ofensivas de la fuerza pública, para con familiares de subversivos, dejan dudas en su imparcialidad y verdadero deseo de establecer la paz en Colombia.
El contraste suntuario de protección para funcionarios y exfuncionarios del alto gobierno y la precariedad de medios de protección y defensa de las unidades policiales no demuestran una verdadera intención de pacificar la nación, sino de debilitar sus instituciones y menoscabar la voluntad de lucha de la fuerza pública.
El caos, la intimidación y el desorden para entorpecer el funcionamiento correcto de la estructura del estado parece ser el medio para lograr el objetivo de prolongar la permanencia del cambio invocado para gobernar el país.
La provocación y desacato al orden establecido es el medio que se impone en el estilo de desgobierno, desarrollado a lo largo de ya casi tres años. La utilización de medios no formales de comunicación es el arma preferida para la desinformación, trasformación de la realidad y ajustarla a sus intereses.
El desgaste, desautorización permanente, debilitamiento de la moral de la fuerza pública, reducción de presupuestos y gastos de inversión en equipamiento y logística es el pan de cada día. Mientras se fortalecen estructuras “paramilitares” como son las guardias indígenas, campesina, cimarronas cada vez más equipadas, entrenadas y con capacidad de intimidación, que se refleja en cada uno de sus desplazamientos o convocatorias.
Las organizaciones criminales y terroristas fortalecidas por acuerdos de paz no desarrollados, pero si con beneficios e inmunidades para sus dirigentes y actividades delincuenciales.
La respuesta
Solo la sociedad, conformada por el pueblo que delega su poder mediante su voto libre y voluntario en el ejecutivo, puede y debe cambiar el caos en que estamos.
No se debe esperar al mañana por que puede ser tarde. La dirigencia política no está a la altura de las circunstancias y realidad del país, sigue midiendo sus posibilidades y como paso en Venezuela, en Nicaragua y Cuba, cuando despierten va a ser demasiado tarde.