Populismo o totalitarismo Ordenes por medios sociales
- pestupinan
- 2 abr
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Postillas de coyuntura – 004/25
Bogotá, marzo de 2025
Antecedente

El uso del medio social Twitter, conocido como X actualmente, no solo le ha servido al presidente para comunicarse con sus seguidores, sino también para dar órdenes oficiales.
El análisis muestra que, entre 2023 y 2025, la proporción de “tuits” con instrucciones presidenciales ha aumentado, pasando del 8 % en 2023 al 12 % en 2025.
En el primer mes de enero del presente año, ya había emitido 31 órdenes a través de la plataforma.
En total ha dado 492 órdenes oficiales por Twitter.
Una de ellas, y que llama la atención fue cuando le “solicitó” a un juez dejar salir diariamente de la cárcel a visitar a su hijo, a la influenciadora de redes sociales conocida como Epa y recluida en establecimiento carcelario en cumplimiento de una condena por su participación directa y activa en acciones de vandalismo a una estación de Transmilenio en la ciudad de Bogotá. Una acción que se podría enmarcar como claramente populista
En la tercera semana de marzo emitió una orden de allanar bodegas por parte de la policía y el ejército, donde rayo con el orden constitucional y la división de poderes en uno de los mejores ejemplos de totalitarismo, que desearía imponer. El orden legal colombiano es claro en señalar que los allanamientos solo se pueden efectuar por orden de un juez de la república, previa solicitud de funcionarios de la fiscalía que adelanten investigaciones respectivas.
El dilema
El estilo de gobierno desarrollado por el actual mandatario es un enigma, que mantiene al país en un estado de zozobra e incertidumbre, que dificulta a la sociedad en general conocer el rumbo que se le quiere dar a la nación.
Recordemos como el “El populismo” es un concepto de ciencia política, a partir de una tendencia que describe un enfoque gubernamental en el que líderes o movimientos buscan conectar directamente con "el pueblo", generalmente diferenciándolo de grupos de personas que tienen un estatus superior o los grupos de poder establecidos.
Un líder de corte populista pretende promover la idea de que representa los intereses y las demandas del "pueblo común", en oposición a aquellos de las élites políticas, económicas o culturales.
Una característica de los líderes populistas es que a menudo utilizan un lenguaje simple y apelan a las emociones de las masas para movilizar apoyo y así presentarse como la voz única y auténtica de una mayoría.
El término “populismo” es amplio y puede aplicarse a indistintamente a corrientes ideológicas, de derecha y de izquierda.
También es necesario recordar al “totalitarismo” como un sistema político extremo en el que el Estado ejerce un control absoluto sobre todos los aspectos de la vida pública y privada.
En este tipo de régimen, el poder se centraliza en una figura de autoridad de una persona o de un partido político, eliminando cualquier forma de oposición o disidencia.
Algunos regímenes totalitarios históricos de mala recordación son el de Adolf Hitler en la Alemania nazi y el de Josef Stalin en la Unión Soviética.
Este tipo de gobierno se identifican por la falta de libertades individuales, violaciones sistemáticas de derechos humanos y su capacidad de generar un entorno de opresión generalizada.
La preocupación generalizada y he allí el dilema del “gran pueblo” colombiano está en como la actual figura del poder ejecutivo se mueve en una corriente “populista”, pero por su convicción ideológica y practica pueda terminar en un totalitarismo de izquierda revolucionaria y sin sentido para los ciudadanos de este grande y buen país.
El desarrollo
Hasta el momento los poderes públicos han logrado mantener su independencia, pese a los permanentes ataques, descalificaciones y otras ofensas con características populista, qué genera en escritos mediáticos y diatribas en escenarios públicos qué semanalmente emite la cabeza del poder ejecutivo, cuando en el ejercicio de sus facultades legales los representantes del poder legislativo, judicial y de fiscalización emiten sus directrices en torno a la conducción y desarrollo de la nación, no acordes a su forma de pensar, deseo de gobernar y cambios que quiere realizar, no acordes al orden constitucional.
Se percibe también como bajo la vestidura de populista el jefe del ejecutivo amenaza y llama a través de las redes de comunicación, al alistamiento y preparación para defender a la mejor manera totalitaria, su gobierno a hordas, vándalos y subversivos que en otros momentos de la vida nacional han generado caos y violencia tanto en las ciudades como en las zonas rurales
Debemos tener presente que la información, no es la verdad: Su tarea principal consiste en conectar y no en representar. A lo largo de la historia de la humanidad, las redes de información han privilegiado el orden y el control de las personas sobre la verdad.
Las redes de comunicación humana en el siglo XXI están generando favorecer el precepto por encima de la verdad, otorgando aparentemente mucho poder, pero poca sabiduría. El poder que puede generar la información para el control de la población no es malo si se usa con sensatez. El uso sensato de la información trasmitida por los canales sociales es una herramienta que trae beneficios a la comunidad.
Al gobernante se le olvida que el ser populista debe enmarcarse también en unas necesidades presentadas frente a una solución que demanda acciones ciertas, creíbles y ejecutables de resultado para que llegue un mensaje claro al pueblo que está dentro de toda la sociedad colombiana esperando soluciones equitativas y justas frente a las deficiencias del Estado que con sus palabras priva de soluciones a todo un País.
Cabría entonces preguntarnos, si quien lidera el poder ejecutivo de la nación, se nos quiere presentar como “docto”, en múltiples temas ¿por qué es tan autodestructivo?
Conclusiones
El populismo puede ser visto tanto positiva como negativamente, dependiendo del contexto. Para algunos, es una forma de devolver el poder a la ciudadanía; para otros, puede ser considerado como una estrategia que pone en riesgo las instituciones democráticas al concentrar mucho poder en manos de un líder o movimiento.
Si bien es cierto los medios sociales de comunicación son la revolución en el siglo XXI para interactuar entre las personas, sociedades, naciones, acortando distancias tiempo y lugares, no deben ser utilizados para manipular la información.
Hablar de honestidad y tocar temas tan esperados de resultados como la corrupción demanda no solo que se investiguen unos hechos palpables en la opinión pública, sino que también piden que el Estado no aparezca involucrado en hechos inaceptables e intolerables por la misma sociedad que no admite que se sigan produciendo sin control del Estado con argumentos sin solución e impunidad. Dicho de otra forma, el gobernante debe dar ejemplo y testimonio de la justicia y mostrarse sin tacha.
Los ostentadores del poder no deben utilizar la capacidad de difusión de información que las redes sociales están generando para manipular la opinión pública a su favor. Los estados están en mora de entrar a regular e implementar reglamentaciones que favorezcan y protejan la sociedad.
La tecnología desarrollada hasta el momento mediante la utilización de computadores permite la creación de regímenes con vigilancia integral convirtiéndose en una herramienta para el surgimiento de totalitarismos en el mundo, la cual debe ser analizada, evaluada para evitar una tenaza que ahogue la comunidad.
Vestirse de populistas, con pretensiones totalitarias, no son la solución a una problemática de desgobierno que ya cayó en una total impunidad, mayor inseguridad, corrupción sin límites y al hacer creer que sus subterfugios son los necesarios frente a la crisis que ya han creado; al contrario, su desbordada ideología arremete contra el mismo pueblo con tratar de imponer medidas que no lo favorecen en absoluto y más bien entorpecen la labor de muchas comunidades dentro de la sociedad.
El querer mostrar que la igualdad entre pobres y ricos solucionará problemáticas sociales o antisociales sin la prevalencia de valores y virtudes morales es una visión errónea de ideas políticas autoritarias y destructivas para una nación que ha vivido todo tipo de violencia e injusticias. No se puede desconocer que las equivocaciones de los gobernantes entorpecen el progreso social y atrasan el nivel cultural, educativo y económico de un País y una región.
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