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Desafíos del Proceso de Paz en Colombia

Postillas de coyuntura - 039/23


Bogotá, septiembre de 2023

 

Antecedente



Durante décadas el proceso de paz en Colombia ha sido un tema central en la agenda nacional e internacional. A pesar de los avances significativos con las desmovilizaciones de las Fuerzas Armadas revolucionarias de Colombia (FARC-EP) en 2016, la paz en Colombia sigue siendo esquiva debido a la presencia continua de grupos armados como el Ejército de Liberación Nacional (ELN), las disidencias de las FARC y las autodenominadas Nueva Marquetalia Estado Mayor Central (EMC) de las FARC que no se acogieron al proceso.


Dos preocupaciones cruciales amenazan la estabilidad del actual proceso de paz en Colombia:

· La violación del cese al fuego

· El reclutamiento de menores por parte de estos grupos subversivos.

Estas circunstancias ponen de manifiesto una serie de inconvenientes que enfrenta el gobierno colombiano en el manejo de las negociaciones y su evidente flexibilidad mostrada hacia las contrapartes.



Las amenazas


Pese a que los eventos que evidencian amenazas, a los diferentes procesos en desarrollo, han sido objeto de censura y minimización por parte de la consejería de paz, los hechos concretos difundidos por los grupos poblacionales directamente afectados, no han permitido que pasen desapercibidos por el país y la comunidad internacional.


· Violación del Cese al Fuego


Uno de los pilares fundamentales de cualquier proceso de paz es el cese al fuego. En el caso colombiano, el ELN y las EMC FARC han sido responsables de repetidas violaciones de este acuerdo crucial. A pesar de los esfuerzos para negociar una paz sostenible, estos grupos armados han continuado sus operaciones subversivas y actos de violencia de manera ininterrumpida, lo que ha generado temor y zozobra en la población.


El 29 de junio de 2023, el diario "El País" informó que la ONU alertó sobre el aumento en el reclutamiento de menores por parte de las EMC FARC. Estas disidencias, que sin justificación lógica rechazaron desmovilizarse como resultado del proceso de paz de 2016, están reclutando a jóvenes y niños en sus filas. La flagrante violación a este acuerdo es preocupante y pone en evidencia la falta de voluntad de las EMC FARC para comprometerse con un proceso de paz genuino.


Para el cabecilla principal del ELN, alias Antonio García, quien acusa sin pruebas a las fuerzas militares, asegura que estas se aliaron con grupos paramilitares y las FARC para atacarlos, rompiendo de esta manera los acuerdos de cese al fuego, razón por la cual se han visto en la necesidad de “responder”. La visión particular no justifica su accionar contrario a lo pactado y acordado.


Es claro que el carácter ideológico, que tiempos otrora (60 años atrás) fuera esgrimido para justificar el accionar violento de la insurrección armada, perdió su razón de ser debido al evidente paso a un carácter netamente mafioso al incursionar en la economía criminal basada en el narcotráfico y el secuestro especialmente, adoptando además el terrorismo como medio de intimidación.


· Reclutamiento de Menores: Una Práctica Abominable


El reclutamiento de menores es una práctica abominable que socava cualquier intento de lograr una paz duradera. Según datos proporcionados por "El Espectador," el ELN ha reclutado al menos 1,391 menores en sus filas. Estos niños y adolescentes son víctimas de un conflicto en el que no deberían estar involucrados. Sus derechos y su futuro están siendo sacrificados en aras de una lucha que ni entienden ni desean.


El portal La Voz de América también informa sobre el crecimiento del reclutamiento de niños en la guerra colombiana. Esto no solo es una violación flagrante de los derechos humanos, sino que también socava cualquier intento de construir una paz sostenible en Colombia. Los niños y jóvenes reclutados se convierten en víctimas dobles, atrapados en un conflicto violento y privados de sus oportunidades de educación y desarrollo.


El ELN de manera tajante niega tener menores en sus filas de manera obligada, asegurando que los pocos que hay son mayores de 16 años y voluntarios a la causa revolucionaria, al mismo tiempo, el representante del gobierno Otty Patiño frente a esta realidad responde que no le consta nada.


Falencias identificadas


En la sociedad se percibe un sentimiento de angustia, acompañado por el desasosiego e impotencia al encontrar que el camino propuesto por el gobierno, en vez de traer la paz y tranquilidad está llevando al país a momentos de perturbación y violencia aparentemente ya superadas.

Dos falencias se identifican:


· La Falta de Control Gubernamental


La preocupante violación del cese al fuego y el reclutamiento de menores por parte de ELN y EMC FARC plantean preguntas críticas sobre la capacidad del gobierno colombiano para llevar la iniciativa en un proceso en el que parece sometido antes que ser la parte interesada que convoca. La carencia de medidas efectivas para prevenir estas violaciones parece mostrar falta de voluntad política. Prevalece el ego personal y el sesgo ideológico sobre lo racional.


La fundación “Ideas para la Paz”, en su especial "Paz Total," ofrece una visión detallada de la situación del conflicto colombiano. A medida que se desglosa el conflicto y sus múltiples dimensiones, se hace evidente que la violación del cese al fuego y el reclutamiento de menores de edad son solo dos de los muchos desafíos que enfrenta el proceso de paz en Colombia.


· Flexibilidad Gubernamental: ¿Es una estrategia efectiva?


La flexibilidad del gobierno colombiano en las negociaciones de paz ha sido objeto de debate. Si bien algunos argumentan que esta flexibilidad es necesaria para mantener viva la posibilidad de un acuerdo, otros argumentan que ha llevado a que los grupos armados no tomen en serio sus compromisos.


La acción gubernamental se ha traducido en concesiones a los grupos subversivos, lo que podría haber contribuido a la falta de cumplimiento de los acuerdos. Es importante recordar que la paz no debe ser a cualquier precio, y que las negociaciones deben tener un equilibrio que garantice la justicia y el respeto por los derechos humanos y la dignidad humana de los colombianos.


Conclusiones


Los actuales procesos o intentos de paz en Colombia enfrentan desafíos significativos con relación a las violaciones del cese al fuego y el reclutamiento de menores. Estos problemas ponen en evidencia la falta de control del gobierno colombiano en las negociaciones y la generosidad que ha mostrado hacia sus contrapartes.


Para lograr una paz duradera en Colombia, es crucial que el gobierno asuma una postura acorde a su papel como representante de un país y que los grupos subversivos respeten los acuerdos existentes, se comprometan con la desmovilización y trabajen para erradicar la abominable práctica del reclutamiento de menores. Solo entonces se podrá avanzar hacia una paz genuina y sostenible en Colombia.


El motor económico de la insurgencia como es el trafico de estupefacientes, no es objeto ni motivo de discusión en las mesas de negociación. Mientras subsista el narcotráfico o una política estratégica equivocada no habrá acuerdos con feliz término a los intereses superiores de la nación.

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