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EL TERRORISMO SE DISFRAZA DE CORRIENTE POLÍTICA EN EL MUNDO

Postillas de coyuntura - 042/23


Bogotá, noviembre de 2023

 

A. ANTECEDENTES


Para acceder a una mayor comprensión de la naturaleza del terrorismo, es conveniente un recordatorio del génesis y evolución en el uso del término.




1. Origen del término de terrorismo

La palabra «terror» proviene del latín «terror» o «terroris», sinónimo de «Deimos». En la Antigua Grecia, Ares, Dios de la Guerra[1], tenía dos hijos: Deimo, el temor, y Fobo, el terror.

Maquiavelo en su libro El príncipe publicado en el año de 1532 señalaba que «es más seguro ser temido que amado».

Estas recomendaciones políticas de Maquiavelo se relacionan con el concepto moderno de «terrorismo de Estado», aplicado a las autoridades cuando buscan aterrorizar a la población.

La frase «el árbol de la libertad debe ser regado con la sangre de los patriotas y de los tiranos», atribuida a Thomas Jefferson, se toma como una apología del tiranicidio y es uno de los tópicos de la Independencia de Estados Unidos en 1776.

· El derecho al tiranicidio, es decir, el que se le reconoce a cualquier persona para matar a un gobernante tirano, proviene de la Antigua Grecia, aunque su desarrollo como teoría comienza en la escolástica medieval europea con los aportes de Tomás de Aquino (1225-1274) en un contexto determinado pero solo en esos casos que ocurrían en la Edad Media, y en determinados casos en la Edad Moderna con las reflexiones de Juan de Mariana (1536-1623) afirmando que el rey también debe cumplir ley moral y del estado y no ser un tirano.

· El «derecho al tiranicidio» es considerado también uno de los precedentes intelectuales de las revoluciones burguesas, al justificar moralmente la desobediencia contra un poder opresivo y promover incluso el asesinato del rey.

· El derecho a la resistencia o derecho de rebelión, íntimamente relacionado con la justificación del tiranicidio, encuentra también sus primeras formulaciones teóricas en la escolástica europea, retomando las reflexiones de san Isidoro de Sevilla (560-636) y santo Tomás de Aquino.

· El terrorismo, como acto realizado por los ciudadanos o los súbditos, encuentra sus antecedentes en las doctrinas del tiranicidio y el derecho a la resistencia, de antiguos orígenes, pero que se consolidaron como tales en la Edad Moderna, como respuesta de los particulares a los abusos de poder del Estado.


2. El empleo de la palabra terrorismo

La palabra terrorismo como sus derivadas terrorista y aterrorizar se registra por primera vez en Francia durante la Revolución francesa, años 1789-1799, cuando el gobierno jacobino encabezado por Maximilien François Marie Isidore de Robespierre ejecutaba o encarcelaba a los opositores, sin respetar las garantías del debido proceso.

El término comenzó a ser utilizado por los simpatizantes a la monarquía, como propaganda negativa aplicada al gobierno revolucionario. Al igual que los consejos de Maquiavelo en El príncipe, el Reinado del Terror (1793-1794), es una manifestación del terrorismo de Estado, antes que del terrorismo de los ciudadanos.


3. El terrorismo como arma política

El terror, como arma política de los ciudadanos, apareció en Rusia en la segunda mitad del siglo xix, entre algunos grupos opositores al régimen zarista, tomando como inspiración el terrorismo de Estado de la Revolución francesa.

En 1862, Piotr Zaichnevski redactó el tercer manifiesto clandestino aparecido en Rusia, firmado por una sociedad revolucionaria que se autodenominaba “Joven Rusia” proclamando, las primeras críticas teóricas elaboradas contra al terrorismo, y la distinción del concepto con los de “derecho a la resistencia” y “tiranicidio”.

Otros revolucionarios rusos anti zaristas, que acuñaron el terrorismo en sus escritos fueron:

· Georgi Plejánov en su libro Anarquismo y socialismo (1894) ​

· Vladímir Ilich Uliánov, más conocido como Lenin registra en su libro ¿Qué hacer? Publicado en 1902, el capítulo “¿Qué hay de común entre el economismo y el terrorismo?”

· León Trotski, publicó Terrorismo y comunismo en 1905.


En su sentido actual, el término fue recalcado extensivamente por la propaganda nazi para hacer referencia a los movimientos de resistencia de los países ocupados por el ejército alemán.

Hay registros que señalan a las dictaduras latinoamericanas de las décadas de los 70 y 80 y los Estados Unidos, en el marco de la Doctrina de la Seguridad Nacional desarrollada desde la Escuela de las Américas el desarrollo del concepto de terrorismo contemporáneo[2].

​Un estudio de 2003[3] realizado por el ejército estadounidense​ afirma que existen más de 100 definiciones de terrorismo.

Por todos estos factores, muchos especialistas consideran la palabra terrorismo un término que en su uso ha devenido en un concepto meramente propagandístico para descalificar al enemigo más que definir una situación de forma objetiva.


4. Terrorismo Internacional

El terrorismo es una táctica empleada y aplicada por movimientos revolucionarios y contra revolucionarios con propósitos político-sociales.

El terrorismo internacional se entiende como el empleo o el uso de la violencia para lograr determinados objetivos políticos, sociales o económicos en las relaciones internacionales


El terrorismo es el uso de violencia o amenazas de violencia por parte de individuos o grupos contra civiles o propiedades. Los terroristas buscan crear el terror como una forma de lograr fines políticos.


Para las Naciones Unidas muy a pesar del reconocimiento y de su conveniencia, no ha sido nunca posible alcanzar un consenso sobre la definición de terrorismo, básicamente por la imposibilidad de conseguir una definición rigurosa que no incluya las acciones terroristas de los estados.

El primer intento de definición se produjo en 1937 en tiempos aún de la Sociedad de Naciones:


“Cualquier acto criminal dirigido contra un estado y encaminado o calculado para crear un estado de terror en las mentes de personas particulares, de un grupo de personas o del público en general”​.


La resolución 51/210, bajo el título «Medidas para eliminar el terrorismo internacional», adoptada en la 88.ª Asamblea Plenaria del 17 de diciembre de 1996, proclama en el punto I.224​ que la Asamblea General de las Naciones Unidas:

«Reitera que los actos criminales encaminados o calculados para provocar un estado de terror en el público general, un grupo de personas o personas particulares para propósitos políticos son injustificables en cualquier circunstancia, cualesquiera que sean las consideraciones políticas, filosóficas, ideológicas, raciales, étnicas, religiosas o de cualquier otra naturaleza que puedan ser invocadas para justificarlos».


El especialista A. P. Schmid[4], en un informe a la ONU propuso tomar como punto de partida el concepto de crimen de guerra, considerando que, si su definición se extiende al tiempo de paz, se alcanza una muy funcional definición de los actos de terrorismo como los «equivalentes en tiempo de paz a los crímenes de guerra».


Una de las más recientes definiciones fue formulada el 1 de diciembre de 2004 incluida en el informe final del Grupo de expertos de Alto Nivel sobre las Amenazas, los Desafíos y los Cambios, nombrado por el secretario general de Naciones Unidas:


“Cualquier acto, además de los ya especificados en los convenios y convenciones vigentes sobre determinados aspectos del terrorismo, los convenios de Ginebra y la Resolución 1566 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (2004), destinado a causar la muerte o lesiones corporales graves a un civil o a un no combatiente cuando el propósito de dicho acto, por su naturaleza o contexto, sea intimidar a una población u obligar a un gobierno o a una organización internacional a realizar una acción o abstenerse de hacerla”.


Adicional encontramos como un consenso académico, un acuerdo entre los especialistas, que según la formulación de Schmid (1988) se expresa así:​


“El terrorismo es un método productor de ansiedad basado en la acción violenta repetida por parte de un individuo o grupo (semi) clandestino o por agentes del estado, por motivos idiosincráticos, criminales o políticos, en los que —a diferencia del asesinato— los blancos directos de la violencia no son los blancos principales.


Las víctimas humanas inmediatas de la violencia son generalmente elegidas al azar (blancos de oportunidad) de una población blanco, y son usadas como generadoras de un mensaje.


Los procesos de comunicación basados en la amenaza —y en la violencia— entre el terrorista (la organización terrorista), las víctimas puestas en peligro y los blancos principales son usados para manipular a las audiencias blanco, convirtiéndolas en blanco de terror, blanco de demandas o blanco de atención, según que se busque primariamente su intimidación, su coerción o la propaganda”.



5. El terrorismo en Colombia


Fijamos como antecedente la definición del Diccionario de la Real Academia Española[5], que en una tercera acepción, concreta el término «terrorismo» como: “Actuación criminal de bandas organizadas, que, reiteradamente y por lo común de modo indiscriminado, pretende crear alarma social con fines políticos”.

Las dos primeras definiciones para terrorismo en el diccionario son:

· m. Dominación por el terror.

· m. Sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror.

Para las ciencias sociales encontrar y definir el concepto de terrorismo es un asunto complejo por una razón: es muy difícil diferenciar los actos legítimos de los luchadores por la libertad y el terrorismo. ​

El terrorismo en Colombia es un delito que consiste en provocar o mantener en estado de zozobra o terror a la población o a un sector de ella, mediante actos que pongan en peligro la vida, la integridad física o la libertad de las personas o las infraestructuras.

El código penal colombiano en su Artículo 343[6]. Terrorismo, tipifica esta conducta así:

El que provoque o mantenga en estado de zozobra o terror a la población o a un sector de ella, mediante actos que pongan en peligro la vida, la integridad física o la libertad de las personas o las edificaciones o medios de comunicación, transporte, procesamiento o conducción de fluidos o fuerzas motrices, valiéndose de medios capaces de causar estragos, incurrirá en prisión de ciento sesenta (160) a doscientos setenta (270) meses y multa de mil trescientos treinta y tres punto treinta y tres (1.333.33) a quince mil (15.000) salarios mínimos legales mensuales vigentes, sin perjuicio de la pena que le corresponda por los demás delitos que se ocasionen con esta conducta. Si el estado de zozobra o terror es provocado mediante llamada telefónica, cinta magnetofónica, video, casete o escrito anónimo, la pena será de treinta y dos (32) a noventa (90) meses y la multa de ciento treinta y tres punto treinta y tres (133.33) a setecientos cincuenta (750) salarios mínimos legales mensuales vigentes.


De otra parte el artículo 144[7] de ese mismo código tipifica los actos de de terrorismo así:

El que, con ocasión y en desarrollo de conflicto armado, realice u ordene llevar a cabo ataques indiscriminados o excesivos o haga objeto a la población civil de ataques, represalias, actos o amenazas de violencia cuya finalidad principal sea aterrorizarla, incurrirá por esa sola conducta en prisión de doscientos cuarenta (240) a cuatrocientos cincuenta (450) meses, multa de dos mil seiscientos sesenta y seis punto sesenta y seis (2666.66) a cincuenta mil (50,000) salarios mínimos legales mensuales vigentes, e inhabilitación para el ejercicio de derechos y funciones públicas de doscientos cuarenta (240) a trescientos sesenta (360) meses.


Los diferentes grupos alzados en armas que han surgido en la nación, han propendido en sus acercamientos de paz evitar ser calificados como “terroristas”, pese a que muchas de sus actuaciones así lo tipifican al tenor de la legislación vigente.



B. La reflexión


Ante los últimos acontecimientos terroristas presentados y que tienen en zozobra gran parte de la población mundial es importante que la dirigencia política tenga claro y adopte posiciones coherentes y responsables ante eventos terroristas provengan de donde provengan y pongan en peligro la paz del mundo y la tranquilidad de las naciones.


Frente a toda la comunidad internacional el terrorismo trata de buscar mayores espacios con el apoyo de corrientes políticas que sin discriminación alguna asesinan a niños, mujeres y ancianos buscando con ello imponer sus ideales extremistas como solución a sus propósitos. Entre tanto organismos internacionales condenan parcialmente los Estados, como si los que también están arrasando con la humanidad fueran justificados.


La política no debe defender al delincuente, ni sus malvados hechos que son también desequilibrados, atentan contra la vida y la destrucción del planeta. Los diferentes actos ilegales de las organizaciones crimínales deben ser rechazados con fuerza para disminuir sus acciones ilícitas.


El uso de diferentes armas, que igual asesinan y no discriminan entre tropas regulares e irregulares, ni civiles indefensos. Asimismo no existen reglas que respeten los grupos terroristas.


La ambición y la codicia de mandatarios o representantes de gobiernos en niveles altos de gobernabilidad mantienen fuertes posiciones con corazones de piedra en sus decisiones para justificar la guerra y así como los líderes de terroristas y sus tropas en medio de sus ideales radicales respiran decisiones en demostraciones de poder, vengativas y abusivas, sin interesarles en absoluto que toda maniobra militar así cuente con medios destructivos afecta a las dos partes en forma muy significante, pero considerando que su acto u respuesta es positiva frente a los logros o pérdidas humanas, ocasiona daños irreparables.


El ser humano en lugar de pelear debería buscar y obtener la sabiduría e inteligencia ideales con el propósito de hallar beneficios en la humanidad y dejar en el pasado políticas guerreristas innecesarias y fatídicas en la historia del mundo, u acaso Adolfo Hitler u otros personajes de la historia con sus propósitos considerados hoy en día totalmente violatorios de los derechos humanos lograron mantener la victoria o al menos deban ser un ejemplo para seguir sus brutales crímenes y viven aún para contarlo? No, en la vida el ser debe preocuparse por dejar huella digna de ser imitada para el éxito y el triunfo.


Los países en el mundo deben organizarse mejor para buscar llegar a la construcción de valores y virtudes necesarias en el ser humano que busquen hacer el bien, buscando triunfos ideales en el mejoramiento de la calidad de vida de toda la humanidad y no para la destrucción del planeta.



C. CONSIDERACIONES


La inclusión de poder y delitos tipificados terroristas en el sistema legal, no debe partir de una definición única del concepto terrorismo. En su lugar, debe perseguirse un enfoque de múltiples definiciones.


En un estado de derecho, un enfoque de múltiples definiciones tendría la ventaja de evitar la acomodación del “denominador común más bajo” que aflige al enfoque de una sola definición.


Una definición más restringida en ciertos casos, busca proteger mejor los derechos humanos y el principio de legalidad. Al mismo tiempo, una definición más amplia podría aplicarse a las normas legales donde sea de ‘necesidad operativa’ hacerlo.


La policía y el terrorismo son dos temas que están estrechamente relacionados. El terrorismo es un delito que se caracteriza por la utilización de la violencia o la amenaza de la violencia para intimidar a la población o a un gobierno en particular. La policía, por su parte, es la encargada de mantener el orden público y garantizar la seguridad ciudadana.

El terrorismo es un delito grave que puede tener consecuencias devastadoras para las personas y las comunidades afectadas. Por lo tanto, es importante que las autoridades policiales estén bien preparadas para hacer frente a esta amenaza y contar con herramientas jurídicas que faciliten su labor.


La respuesta policial al salvajismo terrorista requiere de la actuación conjunta y de los conocimientos técnicos y operativos de todas las áreas policiales: Información, Seguridad Ciudadana, Policía Científica, Extranjería y Fronteras así como Policía Judicial constituyendo de este modo, una acción integral.

En Colombia, la Policía Nacional es la institución encargada de garantizar la seguridad ciudadana y combatir el terrorismo. La Policía Nacional trabaja en estrecha colaboración con otras agencias gubernamentales y organizaciones internacionales para prevenir y combatir el terrorismo.

La policía colombiana, ha sufrido también el flagelo terrorista y se ha entregado en cuerpo y alma para conseguir el fin de esa tacha criminal. Erradicar el terrorismo y enfrentarse a asesinos no es una tarea fácil. Requiere de un compromiso y entrega las 24 horas del día, en silencio, con discreción y mucha tenacidad.

Los terroristas, no solo en Colombia si no en todo el mundo libre, uno a uno, han ido siendo detenidos a lo largo de las últimas décadas. Con cada detención se va extendiendo el mensaje que, tarde o temprano, acabaran en la cárcel.

El terrorista debe ser juzgado por sus actos delictivos y sometido al imperio de la ley sin concesiones o consideraciones políticas, si se quiere verdaderamente vivir en paz y fraternidad en todas las naciones.


 

[1] https://enciclopediadehistoria.com/ [2] En ambos casos se hizo patente que existen relaciones estrechas entre el terrorismo realizado por ciudadanos y el terrorismo de Estado, siendo aquel, muchas veces, la justificación de este. [3] http://www.usinfo.state.gov/ [4] Alex Peter Schmid (nacido en 1943) es un académico en estudios sobre terrorismo, que de 1999 a 2005 fue Oficial a Cargo de la Subdivisión de Prevención del Terrorismo de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito en Viena. Es particularmente conocido por su trabajo sobre la definición de terrorismo. [5] https://dle.rae.es/terrorismo?m=form [6] https://leyes.co/codigo_penal/343.htm [7] : https://leyes.co/codigo_penal/144.htm

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